“…Por tanto, es un constructo positivo sobre el aprendizaje que explica las dificultades de motivación, rendimiento y abandono escolar, con el fin de alcanzar el éxito académico (Aspeé et al, 2018;Peña et al, 2017). Además, presenta un vínculo estrecho con numerosos factores sociodemográficos tales como la edad, el sexo y el estado civil (Caballero et al, 2015), y variables propias del ámbito académico como el burnout, el bienestar que presenta el estudiante hacia las metas y retos escolares (Cavazos & Encinas, 2016;Domínguez et al, 2017;Renshaw & Long, 2015), la satisfacción y el rendimiento académico, entre otras (Benavente et al, 2018;Guido et al, 2011;Korobova & Starobin, 2015;Maluenda et al, 2020;Renshaw & Long, 2015;Tomás et al, 2016). En este sentido, es relevante conocer dichas variables para poder seguir realizando otros estudios sobre el compromiso académico que validen nuevos instrumentos y midan la correlación de unas variables sobre otras (Martos et al, 2018).…”