ResumenEn este artículo se hace un análisis de las diferencias entre sexos en una prueba de rendimiento denominada BECOMA, Batería de Evaluación de la Competencia Matemática, utilizando como marco de referencia las competencias, en este caso, la matemática. Las disciplinas científicas y técnicas son un campo tradicionalmente "masculino", tal y como se observa en múltiples investigaciones en educación, lo que hace imprescindible ahondar en este tema. En principio, se realiza una aproximación a los resultados en PISA, Program for International Student Assessment -esta prueba es elegida por su importancia, el elevado número de países participantes, la solidez y el rigor de los marcos teóricos propuestos y de los análisis efectuados-. Luego, se hace una aproximación al desempeño de los más capaces. Para ello, se establece una relación entre competencia matemática, alto rendimiento (niveles 6 y 7 de desempeño en BECOMA) y sexo femenino. La atención a la diversidad es un principio fundamental de la educación inclusiva y, como tal, la detección de los alumnos con mayor rendimiento en matemáticas resulta imprescindible. Palabras clave: Diferencias entre sexos. Pruebas de rendimiento. Razonamiento matemático. Diagnóstico de la competencia matemática. Alumnos con alta capacidad matemática. Janeiro, v.24, n. 90, p. 5-29, jan./mar. 2016 Ramón García Perales
IntroducciónLas diferencias entre sexos pueden tener su origen en cualidades, conductas e identidades determinadas por el proceso de socialización. Estas desigualdades aparecen tanto en las relaciones de poder, como en el acceso a las decisiones y a los recursos. Las posiciones diferentes de los hombres y las mujeres se encuentran influenciadas por realidades históricas, religiosas, económicas, culturales y educativas.En el terreno educativo, existen investigaciones que consideran que a veces las mujeres son especialmente vulnerables porque no reciben aceptación social por parte de aquellas personas que las rodean: sean padres, amigos o profesores. Además, en ocasiones, reciben mensajes implícitos de infravaloración hacia sus dotes y habilidades. También existen factores como: la época histórica, la edad, la etnicidad, la clase social, la ubicación geográfica, la orientación sexual, la religiosidad, la posición socioeconómica, el patrón de autopercepción y los objetivos de las actividades a las que se enfrentan, que influyen en su desenvolvimiento social y, por en ende, en sus experiencias personales, sean cuales sean sus capacidades (ARNOLD; NOBLE; SUBOTNIK, 1996;GARCÍA PERALES, 2014;HELLER, 1999;JIMÉNEZ FERNANDEZ, 2002;JIMÉNEZ FERNANDEZ et al., 2010;NODA RODRÍGUEZ, 2003;POMAR TOJO et al., 2009).Se puede manifestar que a lo largo de la escolaridad, chicos y chicas presentan buen desarrollo personal, escolar, familiar y social, aunque manifiestan algunos rasgos diferenciales (JIMÉNEZ FERNANDEZ, 2014). Una realidad que establece rasgos distintivos entre ambos sexos es el papel que juega la inteligencia. En este sentido, Jiménez Fernandez afirma que (2002, p. 76): "...