“…Además de seleccionar las obras más adecuadas al grupo o al individuo, el mediador, especialmente si se trata del docente, debe acompañar la lectura antes, durante y después de leer, utilizando, como ya hemos comentado, estrategias que activen los procesos y microprocesos cognitivos ante los elementos que presenta la obra (Cerrillo, 2009;Cassany et al, 2000;Fons, 2004) y que potencien la comprensión, enriqueciendo la interpretación de las ideas y los posibles sentidos alcanzados individualmente, a través de las conversaciones o debates surgidos en una lectura compartida (Goikoetxea y Martínez, 2015;Llamazares y Alonso, 2016;etc. ).…”