“…Efectivamente, desde la Didáctica de la Historia, se insiste en la necesidad de favorecer la participación del alumnado en la construcción de la explicación histórica a través del uso de las fuentes históricas, definidas por Seixas y Morton (2013) como uno de los seis grandes conceptos clave o de segundo orden para el desarrollo del pensamiento histórico. Las fuentes orales cobran, en este sentido, un papel fundamental (Benadiba, 2007;Fuertes, 2014Fuertes, , 2015Schwarzstein, 2001), por cuanto favorecen, a su vez, la comprensión de los otros conceptos clave o de segundo orden (relevancia histórica; cambio y continuidad; causas y consecuencias; perspectiva histórica; y dimensión ética de la historia). Y es que, a través de los testimonios de la historia, los estudiantes pueden ampliar "la conciencia histórica al comprender que el pasado forma parte del presente de los entrevistados y del suyo propio" (Benadiba, 2007, p. 29), construyendo sus propias representaciones mentales en cuanto al espacio y al tiempo.…”