“…Por último, cabría sumar también al conjunto de dificultades que observan las docentes para un tratamiento problemático de la historia la falta de materiales idóneos, dado que en los libros de texto predominan los relatos cerrados, inmutables e incuestionables(Gómez, Cózar y Miralles, 2014;Viñao, 2003), no siempre actualizados historiográficamente ni aptos para el contraste de puntos de vista diferentes que faciliten el desarrollo de habilidades democráticas, como se ha podido analizar desde puntos de vista diversos(Bel, Colomer y Valls, 2019;Fuertes, 2018;Sáiz, 2011). Ambas docentes consideran que esta es una limitación importante, dado que la elaboración personal de materiales alternativos -que consideran la mejor opción-, resulta inviable en la totalidad del curso escolar por la sobrecarga de trabajo.…”