“…La primera relación analizada ha sido la existente entre los atributos y características del empresario, su nivel ético y la capacidad que el mismo tiene para influir en las estrategias, las prácticas, las decisiones y, en definitiva, en el comportamiento de la empresa y su papel en la sociedad (Guth y Tagiuri, 1965;Carroll y Hoy, 1984;Barnett y Karson, 1987;De Jong et al, 2008;Nielsen y Thomsen, 2009b;Godos-Díez et al, 2011). En base a ello, los trabajos que desarrollan estos postulados se centran en la Teoría de la Elección Estratégica (Child, 1972) y en la Teoría de los Escalones Superiores (Hambrick y Manson, 1984) para señalar que las decisiones de gestión pueden interpretarse como el reflejo de los atributos y características personales de los miembros que conforman la alta dirección.…”