“…Sin embargo, existen múltiples factores que particularizan el caso que estudiamos. Se trata de una yuxtaposición de parámetros de subalternidad (West y Fenstermaker, 2010): las dominicanas son inmigrantes en una ciudad recelosa de lo autóctono y original (Grimson y Baeza, 2011); son mujeres en una sociedad en la que la figura masculina es preponderante (Barrionuevo, 2011;2013); son vistas como negras en un país que se autopercibe como de mayoría mestiza o blanca (Bidaseca, 2012); sus ocupaciones en el mundo laboral de la comunidad receptora suelen estar asociadas a un escaso valor social; son pobres y en muchos casos, analfabetas (Pacceca et al, 2015). Otra característica muy significativa es que en su mayoría migran solas, por redes constituidas por otras mujeres, o en muchas ocasiones, como víctimas de la trata de personas (OIM-CAREF, 2003;Pacceca et al, 2015).…”