“…Sin embargo, ha de señalarse críticamente, que la glorificación -sobre todo de la innovación-da por supuesto variables y acontecimientos (p. e., Ashkanasy & Härtel, 2014;Benito, Platero, & Rodríguez, 2012;Cañibano & Castro, 2010;Cotec, 2016;Davis-Blake & Broschak, 2009;Faleg, 2016;Gondim et al, 2015;González, Navarro, & Peña, 2010;Pelkmans & Renda, 2014;Pisano, Lange, & Berger, 2015;Sarooghi, Libaers, & Burkemper, 2015;Yesil & Sozbilir, 2013) que influencian la realidad social, organizacional-empresarial e institucional (Scott, 2008). Dicha glorificación podría contribuir a sobreestimar la percepción que tienen las personas sobre la innovación en sus organizaciones dándose una suerte de incongruencia entre lo que se espera y lo que hay (Barsade, Barsade, & Licina, 2012;Gondim et al, 2015;Noe, Clarke, & Klein, 2014;Robbins & Judge, 2016;European Union, 2015). Un estudio con profesores-maestros y profesionales de la intervención social en Chile, Euskadi-País Vasco y Uruguay encontró que el bajo apoyo social y liderazgo de calidad, el alto nivel de estrés (Istas, 2010) y la alta expresión de emociones negativas en el rol (Ortiz, Navarro, García, Rames, & Manassero, 2012) destacaban entre otras variables analizadas, aunque un rol laboral complejo y autónomo así como el mayor apoyo y liderazgo de calidad reforzaban la innovación y el bienestar (da Costa, Páez, Hermosilla et al, 2016;Hervás & Vázquez, 2013).…”