“…Si bien el género femenino presentó promedios más altos en casi todas las tendencias prosociales y factores emocionales asociados, las diferencias no fueron estadísticamente significativas. Al respecto, la investigación en Colombia en torno a la prosocialidad (Aguirre-Dávila, 2015; Betancourt & Londoño, 2017;Gómez, 2019a;Guevara et al, 2016;López et al, 1998;Plazas et al, 2010;Redondo & Guevara, 2012;Redondo, Rangel, & Luzardo 2015;Sandoval, 2006;Vásquez, 2017), ha mostrado de manera consistente que las conductas prosociales son más prevalentes en las niñas que en los niños, especialmente en escenarios sociales y educativos y, por el contrario, los niños presentan más conductas agresivas y son más externalizantes. Esta tendencia en cuanto al género, también es consistente con diversos estudios a nivel internacional (Calvo, González, & Martorel, 2001;Caprara, & Steca, 2005;Eisenberg, Fabes, & Spinrad, 2006;Inglés et al, 2009;Mestre et al, 2002;Mestre, Samper, Frías & Tur, 2009;, al encontrar que las diferencias en cuanto a las expresiones de prosocialidad, empatía y ayuda entre hombres y mujeres, son estadísticamente significativas, siendo las niñas más prosociales y lo niños más agresivos.…”