“…En consonancia con lo anterior, es relativamente frecuente encontrar concepciones dualistas sobre el aprendizaje, de naturaleza directa y sobre todo de tipo interpretativo entre los adultos y profesionales de la educación (López-Iñiguez, Pozo, & de Dios, 2014;Martín, Pozo, Mateos, Martín, & Pérez Echeverría, 2014). De hecho, estudios recientes sobre las concepciones de aprendizaje muestran que la lectura que los niños hacen de sus propias emociones, vinculadas al éxito y fracaso en una tarea, va haciéndose más compleja con la edad (De La Cruz, Scheuer, & Pozo, 2011) en un sentido parecido al postulado por Pons et al (2004). De esta forma, los niños más pequeños asumirían un objetivismo dualista que externalizaría tanto el aprendizaje como las emociones en forma de conductas observables, para progresivamente interiorizar la función del aprendizaje y de las emociones.…”