“…Analíticamente, cuando el objetivo es influenciar positivamente el comportamiento del otro para que mejore sus condiciones de existencia, a manera de necesidad formativa, "saber cómo llegarle a la gente" implicaría que los extensionistas aprendan a reconocer cuáles son las aspiraciones de sus interlocutores: propósitos (agro)productivos, objetivos de mejoramiento individual y familiar, pretensiones sociocomunitarias, entre otras intenciones a las cuales plegarse. Una vez generada esta habilidad y reconocidas dichas intenciones, "llegarles" consistiría, desde una óptica dialógica, en hacerles saber a los productores la disposición que se tiene para coadyuvarles a avanzar hacia esos propósitos, es decir, en mostrarles cómo conjuntamente podrían caminar en esa misma dirección, siendo conscientes de la necesidad de aprender a negociar, objetivos y prioridades entre productores y extensionistas (Méndez, 2020;Landini, 2021). Práctica que, idealmente, debería darse en doble vía, favoreciendo que el productor también tenga la oportunidad de conocer quién es el extensionista, cuáles son sus pretensiones, fortalezas y proyecciones.…”