E.U. Trabajo Social. Universidad Complutense. Madrid.
INTRODUCCIÓN.na de las condiciones necesarias, aunque no suficientes, Ij para luchar de forma efectiva contra los casos de abuso sexual infantil (ASI de aquí en adelante) consiste en I detectarlos de forma adecuada (DePanfilis y Salus, 1992).•^ Los Servicios Sociales Generales tienen en este sentido una importante responsabilidad, dado que como todos sabemos representan la respuesta más cercana a los ciudadanos ante cualquier demanda o necesidad que estos puedan presentar (Casado y Guillen, 2001). El problema estriba en que la identificación de los ASI no suele resultar en casi ningún caso una tarea sencilla. Las dificultades que implica son múltiples y de diferente orden, y las soluciones a las mismas, dado los recursos y el grado de conocimientos y habilidades que requieren, no siempre son fáciles de implementar desde el primer nivel de atención.Por otra parte, es necesario tener en cuenta las consecuencias, no siempre evidentes, que se derivan de una detección incorrecta de un caso ASI. Los falsos negativos 1 permiten que el maltrato o abuso continúen, niegan a la víctima la asistencia y protección adecuadas causando graves daños psicológicos a los menores y a quie-1 Un falso negativo supone concluir que no se han dado abusos sexuales cuando realmente sí han ocurrido, y un falso negativo consiste en que se considera que tales abusos han sucedido cuando en realidad no es así.
Después del triunfo del Partido Popular en las legislativas de marzo del 2000, y con la reconfiguración del arco parlamentario, parece pertinente replantear el rumbo que viene tomando la política en nuestro país (y, en definitiva, Europa). Para ello, el autor se cuestiona (en un debate ya existente desde hace bastante tiempo, pero no por ello menos actual sobre el problema de democracias parlamentarias. Así, pues, nos preguntamos -desde una perspectiva que pretende incentivar discusión política-, qué ocurre con la misma política a través del papel relevante de la ideología, la tecnocracia y el liberalismo. Lo que supone polemizar sobre el discurso economicista el problema del liderazgo político y la crisis de las Instituciones modernas. "La circulación de ideas, de preferencias, de programas diversos en un régimen democrático sólo puede resultar beneficiosa para la propia democracia. La oposición, no sólo la político-parlamentaria, sino la verdaderamente social e intelectual, desarrolla su cometido cuando elabora ideas, expresa preferencias, produce programas, apunta soluciones que desafían a los gobiernos de turno y estimulan a la opinión pública. También cumple su cometido cuando ejerce el control sobre los gobiernos y aplica su crítica a las decisiones ya las indecisiones de los gobernantes. Incluso cuando cuestiona los modos de gobierno y el eventual alejamiento de los valores codificados, no sólo en la Constitución sino también en los principios ético".
Uno de los problemas que dibujan el Trabajo Social y los Servicios Sociales radica en la indefinición y confusión sobre algunos de sus contornos. Como es sabido, cuando surge una nueva disciplina social, es natural que ésta se esfuerce en establecer su propio estatuto científico. Este es el caso del Trabajo Social, que como disciplina joven que es, tropieza con dificultades, escollos que poco a poco se van sorteando. De hecho, hay que alabar la tarea admirable realizada por numerosos profesores que están transmitiendo sus conocimientos a los alumnos. Pero todavía queda camino por recorrer.Con respecto a los Servicios Sociales, los problemas son similares, pero no podamos nombrar a los mismos como ciencia. Son una técnica, una disciplina de estudio, una realidad social íntimamente ligada al Trabajo Social, aunque con su propia personalidad.En las líneas siguientes, pretendo tratar, brevemente, algunas cuestiones que dificultan la correcta perfilación de ambas realidades, empezando por abordar los problemas relativos a la historia de ambas; la cuestión científica; lo relativo a la especificidad entrambas; el problema terminológico; el conocimiento del Trabajo Social y los Servicios Sociales por los ciudadanos; las mediaciones que impactan en ambos y que, invariablemente generan nuevos problemas e, incluso, necesidades; y el papel de la oferta social. Por último realizaré algunas reflexiones sobre el futuro de Trabajo Social y Servicios Sociales al hilo de las actuales tendencias en el pensamiento.*Doctor en Ciencias Políticas y Sociología. Profesor Titular de la Universidad Complutense de Madrid. Miembro de la ACMS.
RESUMEN
~': % n este artículo se realiza una reflexión crítica sobre nuestro sistema de Servicios Sociales tomando como punto de partida las nuevas demandas, dificultades y contradicciof nes que ha generado el reciente y significativo crecimiento de la población extranjera en España. Se afirma, entre otras cosas, que el principio de intervención de los Servicios Sociales ha de identificarse con su objeto material, esto es, las carencias, y no con la condición de extranjería, no necesariamente vinculada con aquellas. Se defiende, asimismo, que parte de la solución a los problemas que afectan a los Servicios Sociales, pasa por una mayor coordinación con el resto de los subsistemas de Bienestar y, sobre todo, porque éstos últimos amplíen su cobertura para responder a aquellas necesidades que, como ocurre con alguna de las que manifiestan los extranjeros, están más vinculadas a su campo concreto de actuación.
ABSTRACTThe new problems, demands and contradictions that the recent and significative growth of immigrantion has generated in Spain are used to develop a critical examination
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