“…En años recientes los estudios psicolingüísticos que buscan establecer relaciones entre el desarrollo lingüístico tardío, es decir, aquel que se da a partir de los seis años de edad, y el desempeño escolar han empezado a interesarse cada vez más por estudiar el desarrollo del vocabulario de los niños y adolescentes (véanse, por ejemplo, Anglin, 1993;Rojas, 2005;Schleppegrell, 2004;Snow y Uccelli, 2009;Stahl, 1999;entre otros). Lo anterior se debe a que la adquisición de léxico ha sido relacionada con el desarrollo conceptual (Rojas, 2005;Stahl, 1999), la presencia de habilidades lingüísticas complejas (Gómez, et al, 2016;Levie et al, 2016;Ravid y Geiger, 2009) y la comprensión lectora (Baumann, 2008;Carlisle, 2004;Cassany, et al, 1994;Kelley et al, 2010;Kieffer y Lesaux, 2007;Mancilla-Martinez y Lesaux, 2011;Marchant et al, 2007;Nippold, 2007;Ravid, 2004;Thorne et al, 2013). Por otro lado, se ha señalado que en el ámbito escolar los maestros tienden a usar el nivel de vocabulario de los alumnos para evaluar su desempeño, así como que el nivel de léxico es un predictor importante del éxito académico (Beck et al, 2008;Dockrell y Messer, 2004;Llauradó y Tolchinsky, 2013;Nagy y Townsend, 2012;St.…”