“…Factores genéticos tienen seguramente influencia, pero los factores ambientales son también importantes [1][2][3]8,9 . Se cree en la existencia de disfunción de los circuitos frontosubcorticales por alteraciones de los neurotransmisores, lo que está corroborado por estudios de resonancia magnética funcional y por la respuesta de los tics a la terapéutica antidopaminérgica 3,5,6,10 . En 1998, Swedo et al 11 describieron un subgrupo de niños en los cuales los tics y/o sín-tomas obsesivo-compulsivos estaban asociados a la ocurrencia de una infección estreptocócica, una patología que fue designada como pediatric autoimmune neuropsychiatric disorders associated with streptococcal infections (PANDAS).…”