“…En 1957, cuatro años después de la publicación de su tesis, el hispanista norteamericano ofreció al público la primera edición crítica de un nutrido conjunto de versos de Aldana, que habían ido saliendo a la luz (pero con harta oscuridad y diseminadamente) en 1589, 1591, 1593 y c. 1595 en las distintas ediciones a cargo del hermano del poeta, Cosme, y casi cuatro siglos más tarde, en 1953 (pero con idéntica oscuridad y sin apenas escrúpulo científico), en la edición, insuficiente y prontamente agotada, de Manuel Moragón Maestre. De este modo, Aldana se convertía por fin, de la mano de Rivers, en un poeta secundario accesible, condición primaria y sine qua non para superar la fase que con suerte subrayaba su valor testimonial y generar los sucesivos acercamientos que, paulatinamente, iban a intentar establecer su importancia dentro de la poesía española siglodorista a través del escrutinio de su valor literario (Green 1958(Green , 1963(Green y sobre todo 1969Ferraté 1957Ferraté , pero más decisivo -y problemáticoen 1962Jones 1974;Ruiz Silva 1981;Cuevas 1982;Salstad 1982;Terry 1982;Ruiz 1984;o Prieto 1984). 4 3.…”