La cosmografía del siglo XVIEs invariable el acuerdo que existe entre los autores sobre lo que representó para España el descubrimiento del Nuevo Mundo, particularmente el desarrollo científico que esto implicó. Con el fin de entender este continente y para controlar los nuevos dominios, uno de los cargos que tomó relevancia dentro de la estructura burocrática imperial y que fue instaurado por la monarquía fue el de Cosmógrafo, considerado como el más preparado para responder a la pregunta "¿qué son estas tierras descubiertas? y ¿dónde están ubicadas?" (Portuondo, 2009, p. 21). Titulado en sus inicios como Cosmógrafo y Cronista Mayor, posteriormente, este cargo terminó por dividirse y con ello se separaron las funciones de localizar y de describir los nuevos territorios.Durante el siglo XVI y principios del siglo XVII, el conocimiento de los cosmógrafos se sostuvo básicamente en la técnica dentro de la tradición renacentista española y tuvo como fundamento el corpus legado desde la antigüedad por Ptolomeo, más específicamente en su obra de Geografía, que las nuevas interpretaciones sobre el uso del texto indican que fue consultado a la manera de un manual, como un autor que guía al lector por los pasos necesarios para elaborar un mapa del oikoumené o "las partes conocidas del mundo" (Portuondo, 2009, p. 23). En esta obra, Ptolomeo señala las diferencias entre la geografía y la corografía: la primera abarcaba el mundo como una entidad continua y tenía que observar de manera amplia y general, basándose para ello en principios matemáticos 1 aplicados a las dimensiones del espacio y del tiempo, mientras que la segunda implicaba el registro, hasta el más mínimo detalle de lo observado. Así, la geografía para Ptolomeo comprendía generar un texto complementario al mapa. El mapa se concentraba en el foco de la mirada al territorio, mientras el texto se convertía en una descripción auxiliar de las regiones y de la historia natural, de las plantas y animales y de las acciones de sus gentes en el mundo natural.No obstante, con anterioridad a la reintroducción de la obra de Ptolomeo, en el pensamiento renacentista europeo también tuvieron cabida dos autores bastante reconocidos pero con aproximaciones epistemológicas contrarias frente a las descripciones: Strabo (muy popular en España), que apela a un estilo narrativo en prosa para detallar de manera verbal, más que cartográficamente la representación de un lugar y de sus habitantes, y Pomponio Mela (favorecido por el ámbito de las universidades), que se inclinó por una narrativa a la manera de diario de un viajero surcando por itinerarios geográficos que lo conducían de una región a otra.Es así como en el renacimiento esta tradición narrativa humanista hizo que la cosmografía incluyera el relato histórico (Mignolo, 1995) 2 , los registros etnográficos y la historia natural como parte del reconocimiento geográfico de un territorio, la cual se mantuvo y coexistió con la epistemología matemática de Ptolomeo hasta finales del siglo XVI, cuando en España la cosmografía fue escin...