“…En diversas comunidades autónomas de nuestro país la promoción de la capacidad funcional se realiza a través de ocio activo (el 83 % a través de baile, teatro, música y pintura), fomento de la lectura, mantenimiento y rehabilitación cognitiva (talleres de memoria, cálculo) (Herrera, Muñoz, Martin, & Cid, 2011). Según diversos autores (Fernández, Contreras, García, & Villora, 2010;Gálvez, Caracuel, & Jaenes, 2011;Kuska, 2018), los escasos índices de funcionalidad o actividad física plantean grandes limitaciones a la hora de ejecutar las actividades de la vida cotidiana y de ocio, una mayor dificultad para la correcta conservación de las funciones cognitivas, y el inadecuado equilibrio de los niveles de autoconcepto e imagen personal.…”