“…La teoría de expectativas y valores de Eccles y otros (1983) fue elegida por su potencial predictivo en cuanto a la elección de actividades que un individuo desea realizar y su posible desempeño en las mismas (Eccles y otros, 1993; Koh, 2011), además de que ya ha sido utilizada anteriormente en el campo de la educación musical (González-Moreno, 2012, 2013; McPherson y Hendricks, 2010; McPherson y O’Neill 2010; Mohd y McPherson, 2009; O’Neill y McPherson, 2002; Parkes y Jones, 2012; Portowitz, González-Moreno y Hendricks, 2010; Uy, 2018). Con este marco teórico se han examinado las actitudes de estudiantes en nivel básico y medio superior en relación con el valor que le atribuyen a estudiar música en comparación con otras materias escolares (González-Moreno, 2010; McPherson y Hendricks, 2010; Seog, Hendricks y González-Moreno, 2011), con relación al desempeño en la ejecución musical (McCormick y McPherson, 2007; O’Neill y McPherson, 2002) y respecto al rol de los padres en la educación musical de los niños (Mohd y McPherson, 2009), por mencionar algunos ejemplos. Sin embargo, no se encontró bibliografía donde se haya utilizado dicha teoría para medir las actitudes y valores en cuanto a estrategias de aprendizaje musical formales e informales, ni el desarrollo de un instrumento que busque medir dicha cuestión.…”