“…Se dejaba patente así que su motivación lectora era principalmente extrínseca y, en general, producida por una demanda académica y cuya principal recompensa era la calificación. Este preocupante resultado también se ha constatado en otras zonas geográficas, como en Reino Unido (Cremin et al, 2008), Canadá (Benevides y Peterson, 2010), Ecuador (Ouyang et al, 2020) o, entre otras, España. Sobre el caso español, se han publicados numerosos estudios sobre el comportamiento lector de los maestros en formación (a los citados, añádase ahora: Echevarría y Gastón, 2000;Larrañaga et al, 2008;Granado, 2014;Felipe y Barrios, 2017), que permiten refrendar la tesis de la poca valoración de la lectura y la insuficiente formación lectora de esta población tan relevante para el sistema educativo.…”