“…En este caso, en el ámbito universitario es más útil construir un perfil de la IE del estudiante basado en rasgos de personalidad, es decir, el enfoque mixto, pues brinda un panorama general del funcionamiento del individuo, considerando además la evidencia acerca de la relación de la IE con el rendimiento académico (Páez & Castaño, 2015), en un contexto en que la evidencia científica demuestra que hay factores no cognitivos o de habilidad que también explican la varianza del rendimiento (Inzunza et al, 2015;Medrano, Moretti, & Ortiz, 2015).. En correspondencia con el enfoque mixto, el instrumento EQ-i (Bar-On, 1997) fue creado con el objetivo de evaluar cinco dimensiones de segundo orden de la IE (Intrapersonal, Interpersonal, Manejo del Estrés, Adaptabilidad, y Ánimo general), mediante 15 diferentes facetas o constructos de primer orden. La estructura interna del EQ-i fue analizada en diversos grupos, como niños y adolescentes (EQ-i: YV; Bar-On & Parker, 2000;Ferrándiz, Hernández, Bermejo, Ferrando, & Sáinz, 2012;Sáinz, Ferrándiz, Fernández, & Ferrando, 2014), y universitarios (López-Zafra, Pulido, & Berríos, 2014Parker, Keefer, & Wood, 2011). Asimismo, algunos estudios evaluaron su vinculación con constructos teóricamente afines y obtuvieron resultados confirmatorios respecto a la teoría de IE (Dawda, & Hart, 2000;Hemmati, Mills, & Kroner, 2004;Newsome, Day, & Catano, 2000).…”