Se estudian diversos recursos espaciales desarrollados por las instalaciones artísticas. Estas son un híbrido entre arquitectura, escultura y otras disciplinas, donde el objeto establece peculiares relaciones con la pared o el suelo de la sala, y en último término, con el espectador, siempre a la búsqueda de la temporalidad y lo procesual. Se genera así un espacio relacional entre sujeto y objeto, de marcado carácter escénico, con categorías espaciales como la creación de una nueva tridimensionalidad alrededor de las piezas, la incorporación del espectador o la configuración del contenedor, no solo geométrica, sino fenomenológica, con luz y sonido. Este análisis se apoya en instrumentos gráficos como axonometrías y plantas, imprescindibles para gestionar las articulaciones complejas propias de la arquitectura, las instalaciones, los medios audiovisuales o la moda, que no pueden realizarse directamente por su autor, y requieren una ideación previa, luego trasladada mediante convenios a una representación técnica, llamada proyecto, para su transmisión al sistema productivo.