“…Además, la prevalencia del TP es muy elevada (entre el 10 y el 60%) en otros tipos de pacientes, tales como los que acuden a consultas de salud mental o los que padecen ciertas patologías orgá-nicas (fimdamentalmente cardíacas y respiratorias) (Sandin, 2002;Sandin et al, 2004b). Actualmente los modelos teóricos sobre la etiopatogenia del TP suelen asumir la existencia de mecanismos en los que intervienen tanto factores de predisposición o vulnerabilidad (p.ej., el afecto negativo), como los factores ambientales (p.ej., el estrés), lo cual suele ser común a la mayoría de los trastornos psicológicos y psicosomáticos (Sandin, Chorot, Lostao, Joiner, Santed y Valiente, 1999a;Sandin, 2005a;Santed, Sandin, Chorot, Olmedo, García-Campayo, 2003;Tobón, Vinaccia y Sandin, 2004;Tobón, Sandin y Vinaccia 2005). En el caso concreto de los trastornos de ansiedad, la denominada sensibilidad a la ansiedad constituye sin duda uno de los principales factores de vulnerabilidad, especialmente del TP (Chorot, Sandin, Valiente, Santed y Romero 1997;Sandin, 2005b;Sandin, Chorot, Santed y Valiente, 2002a;Sandin, Chorot, Valiente y Santed, 2002b;Sandin, Chorot, Valiente, Santed y Lostao, 2004c).…”