“…Tras la proclamación de la independencia, el pueblo acude en masa a este foro teatral y el gobierno, temeroso de los imprevisibles efectos del entusiasmo popular, "hasta en los programas de mano repite para el público las normas de comportamiento a seguir". El teatro era "la fuente primaria de información, comunicación y encuentro para la población", función que desempeñó a lo largo de todo el siglo 51 . No es casual entonces que, al poco tiempo de consumada la Independencia, fuera en el teatro en donde comenzó la creación de espectáculos y entretenimientos de contenidos y calidades diferenciados según el mercado social al que estaban destinados: por un lado, el teatro culto, europeizado, destinado a las clases medias y altas de la sociedad y, por otro, el popular, en el cual se desarrollaron "actividades escénicas que constituían, junto con los toros y las peleas de gallos, una de las diversiones más importantes de la clase trabajadora".…”