“…La inclusión de esos centros de interés responde, en líneas generales, al deseo de obtener vocablos de categoría gramatical diferente al sustantivo (por ser esta la clase de palabras predominante en los listados de léxico disponible) y los análisis emprendidos no profundizan en las implicaciones de solicitar la producción de unidades léxicas de la misma categoría gramatical en lugar de términos asociados semánticamente. En propuestas más recientes, la metodología de la disponibilidad léxica se ha aplicado al estudio de los nombres propios: de los antropónimos, con centros de interés como Nombres de persona, Nombres de mujer y Nombres de hombre (Fernández Juncal y Hernández Muñoz, 2019;Fernández Juncal, 2021a), y de los crematónimos o ergónimos a través de Nombres de comercios (Fernández Juncal, 2020) y Nombres de marcas (Fernández Juncal, 2021b). Estas etiquetas, con una fuerte implicación semántica a pesar de la referencia metagramatical, han revelado categorías con límites bien definidos, con una productividad y homogeneidad elevadas en el caso de los antropónimos, y una producción media-baja y una mayor dispersión de las respuestas en los nombres de marcas y, especialmente, en los de comercios.…”