“…A pesar de esta diversidad conceptual, existen diferentes estudios que demuestran que las prácticas, los estilos y creencias acerca de la crianza, se relacionan con el desarrollo cognitivo (Velarde y Ramirez, 2017;Vite y Perez, 2014), emocional (Ramirez-Lucas et al, 2015) y social (Suárez y Vélez, 2018) de los niños. Por ejemplo, la literatura científica da cuenta de un vínculo entre las prácticas de crianza con la aparición de trastornos psicopatológicos, como los trastornos de alimentación (Beato et al, 2016;Braden et al, 2014;Losada & Charro, 2018), ansiedad y depresión (Aguilar-Yamuza et al, 2019;Rosser et al, 2018) y problemas de conducta (López-Rubio et al, 2012;Rosser et al, 2018).…”