“…Los usos económicos de los espacios de montaña, principalmente la agricultura y ganadería, han modelado el paisaje mediante el aprovechamiento de los recursos forestales, favoreciendo la expansión de espacios abiertos para la obtención de pastos (Carrión et al, 2001b(Carrión et al, , 2007Valladares et al, 2004;López-Sáez et al, 2009;Pausas y Keeley, 2009;Valbuena-Carabaña et al, 2010;Colombaroli et al, 2013). Estos hechos han repercutido en la heterogeneidad del mosaico paisajístico, provocando una mayor uniformidad, la pérdida de hábitats y cambios en las características ecológicas de los ecosistemas de alta montaña (Costa-Tenorio et al, 1990;Franco-Múgica, 2009).…”