En los últimos treinta años, la asignación masiva de soluciones habitacionales vía subsidios estatales ha redefinido la relación entre los pobladores (pobres urbanos) chilenos y el Estado. Dichas transformaciones han tensionado los enfoques tradicionales sobre las movilizaciones por la vivienda, erigidas fundamentalmente desde el examen del llamado "Movimiento de Pobladores", que tuvo lugar en los años sesenta e inicios de los setenta. Usando material etnográfico recabado entre 2010 y 2014, buscamos subsanar tales vacíos analíticos mediante el examen de la reconfiguración histórica de las protestas por derecho a la vivienda y, en este marco, la rearticulación del poblador como subjetividad política; y la relación de la demanda por vivienda digna con la reivindicación del derecho a la ciudad y la vida digna. Así, mostramos cómo el carácter subsidiario y segregador de las políticas de vivienda desarrolladas durante las últimas décadas es cuestionado por la acción colectiva de los pobladores y los procesos de subjetivación política asociados.Over the past thirty years, the large-scale provision of subsidized social housing has redefined the relationship between Chilean pobladores (urban poor) and the state. Such transformations have put into question traditional scholarly approaches to housing movements, which were built fundamentally on the so-called Movimiento de Pobladores that took place in the 1960s and early 1970s. Drawing on ethnographic material collected between 2010 and 2014, this article seeks to offset the lack of academic reflections on current housing mobilizations by scrutinizing first the historical reconfiguration of housing protests-and accordingly, the rearticulation of the category pobladores as a particular type of political subjectivity-and second, the relationship between the demand for decent housing (vivienda digna) and the claim for both the right to the city and the right to life with dignity (la vida digna).
IntroducciónLa implementación, a fines de los años setenta, de políticas urbanas neoliberales significó no sólo la conformación de nuevos mecanismos de financiamiento de la vivienda social, sino también una redefinición de la relación que los pobres urbanos, en su demanda por el derecho a la vivienda, establecen con el Estado. Con la entrega a gran escala de subsidios habitacionales en los gobiernos posteriores a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990, las prácticas que dieron vida al movimiento de pobladores en los sesenta -esto es, la ocupación masiva de predios y la producción popular del espacio vía autoconstrucción-desaparecieron casi totalmente del repertorio de acción de los sin casa. En contraste con las más de trescientas tomas de terrenos acaecidas durante la Unidad Popular (1970-1973Cofré 2011), durante los noventa, sólo dos campamentos originados en los faldeos cordilleranos de Peñalolén parecían traer a la memoria el Santiago del gobierno de Salvador Allende.1 Para la gran mayoría de los pobladores de la capital, la "casa propia" resultaría de la suma del ahorro pr...