El maíz, viajero sin equipaje11Trabajo modificado a partir de su presentación en el simposio “Somos de maíz: principio y destino”, con motivo del vigésimo quinto aniversario de la revista Cuadernos de Nutrición, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, 24 de julio de 2007.

Abstract

Resumen: El maíz es en nuestros días un alimento muy difundido en el mundo, gracias a la plasticidad de sus características naturales y la posibilidad de ser consumido de distintas maneras. De su sitio de domesticación, probablemente en la cuenca del Balsas, llegó a toda Mesoamérica y al resto del continente. Una vez establecido el contacto entre el Viejo y el Nuevo Mundo, llegó rápidamente a Europa, África y Asia, donde ha sido incorporado de diversas formas para la alimentación humana y animal. Colón llevó las primeras semillas a España, donde crecía en abundancia para 1498. Es muy probable que los portugueses lo hayan llevado a África y a China, donde se le dibujó de manera realista en 1505. Es lamentable que la técnica culinaria conocida como nixtamalización, y en otra escala, la combinación con frijoles u otras leguminosas y las técnicas agrícolas de la milpa y la chinampa no hayan sido adoptadas en otros lugares, ya que fueron el fundamento de la subsistencia de los mexicanos, hasta hace poco.

Untitled

“…La actividad humana es un aspecto importante que ha alterado los patrones de distribución de ciertas especies y que determina su presencia o ausencia en sitios viables o inviables para su supervivencia y persistencia (López-Sandoval et al, 2015); sin embargo, es necesario que dicha especie tenga plasticidad en sus características naturales, además de una gran diversidad de usos, como es el caso del maíz (Vargas, 2014). Tan solo en México, la riqueza de maíces se agrupa en 59 razas (Sánchez et al, 2000), las cuales se deben a los grupos heterogéneos de agricultores que han conditions, the combination of social and cultural aspects that promote their cultivation and exploitation; therefore, participatory improvement and promotion of the race in seed fairs would be useful tools for in situ conservation.…”

“…Human activity is an important aspect that has altered distribution patterns of some species and determines their presence or absence in viable or inviable sites for their survival and persistence (López-Sandoval et al, 2015); however, that species must necessarily present plasticity among its natural traits, as well as a wide diversity of usages, such as maize (Vargas, 2014). Only in Mexico, maize richness is clustered into 59 races (Sánchez et al, 2000), which are due to heterogeneous groups of farmers that cultivated different populations of Revista Bio Ciencias 5(nesp2), e476.…”