“…El proceso más estudiado en relación con la impulsividad es el control inhibitorio, a partir del supuesto que, en los individuos con mayor impulsividad, los errores surgen a partir de la respuesta rápida y precipitada, en la que no se realiza una evaluación adecuada del contexto y los requerimientos conductuales para lograr el o los objetivos propuestos (Basar, et al, 2010). Aunque la relación entre los déficits en el control inhibitorio y la impulsividad parece evidente al sentido común, en trabajos experimentales la evidencia no es homogénea, y muchos trabajos no encuentran diferencias en el tiempo de reacción entre los participantes con mayor puntaje de impulsividad que en aquellos catalogados como no impulsivos (Lijffijt, et al, 2004;Vázquez-Moreno, et al, 2019) por lo que es probable que los errores no se relacionen de forma directa con la velocidad de respuesta, sino con la falta de evaluación del contexto o la situación.…”