“…En torno a este vaivén de desplazamientos entre ambos países se han generado densas imaginerías, gran parte de las cuales han sido difundidas a través de los medios de comunicación. Como apunta Armando Silva (2006Silva ( , 2012, para que los imaginarios se contagien socialmente precisan instancias de mediación, y una de ellas opera en torno a los sistemas mediáticos, término con el que se designa al conjunto de medios de comunicación que coexisten en cada sociedad (Hallin y Mancini, 2004). Dentro de esos ecosistemas, la prensa ha sido históricamente un actor privilegiado, cuya legitimidad le ha permitido articular las voces presentes al interior de cada territorio (Anderson, 1991) y movilizar visiones hegemónicas sobre la nación y sus otros (Rubilar Luengo, 2015).…”