“…El debate en torno a la morfología como parte independiente de la gramática (modelos dualistas o conexionistas) ha generado planteamientos explicativos distintos sobre procesos de adquisición (Rumelhart y McClelland, 1986;Pinker y Prince, 1988;Plunkett y Marchman 1991, 1993Bybee, 1991;Daugherty y Hare, 1994;Gasser, 1994Gasser, , 1997 o sobre procesos diacrónicos (Dalton-Puffer, 1993;Bybee, 1995;Sánchez Miret et al, 1998;Martín Vegas, 2007), pero no ha llegado a condicionar la didáctica de la formación de palabras en la enseñanza del español como lengua materna. La atención que ha tenido la morfología en la Lingüística Aplicada ha sido mínima si se compara con el análisis del discurso, la lexicografía o los procesos de alfabetización, que no se centran en el conocimiento de la estructura de la lengua sino, en su mayoría, en la comprensión como un mecanismo cognitivo no estrictamente lingüístico.…”