Durante los últimos 200 años, se han generado siete pandemias de cólera y su origen se indica hacia 1817. Desde entonces, se han documentado incontables brotes, como el de 1991-1994 en América del Sur y, más recientemente, el de 2016-2020 en Yemen. Aunque ya están bien reconocidos los mecanismos asociados a la propagación del cólera, por el momento, escapa a la comprensión por qué los brotes ocurren en algunos escenarios, mientras en otros paralelos no. La falta de tratamiento de las heces humanas y del agua potable, facilita enormemente su propagación. Se ha encontrado que los cuerpos de agua sirven como reservorio, y los mariscos permiten la expansión de la enfermedad. Entre 1816 y 1923, las primeras seis pandemias de cólera ocurrieron, consecutiva y continuamente, a lo largo del tiempo. El aumento del comercio, la migración y la peregrinación, promovieron su transmisión. Al final de este período (particularmente entre 1879-1883), se desarrollaron importantes avances científicos hacia el tratamiento del cólera: la primera inmunización por Pasteur, el avance de la primera vacuna y la identificación de la bacteria Vibrio cholerae por Filippo Pacini y Robert Koch. Las epidemias ocurrieron después de diversas guerras, disturbios civiles o desastres naturales, cuando el suministro de agua y alimentos se contaminó con el patógeno, y también, debido a las condiciones de vida abarrotadas y por el saneamiento deficiente. Se estima que las muertes en la India entre 1817 y 1860, durante las tres primeras pandemias del siglo XIX, superaron las 15 millones de personas. Otros 23 millones murieron entre 1865 y 1917, durante las siguientes tres pandemias. La séptima pandemia se originó en 1961, en Indonesia, y estuvo marcada por la aparición de una nueva cepa, apodada “El Tor”, que aún persiste en algunos países en desarrollo. Aquí, abordamos una revisión completa de la historia del cólera, desde una perspectiva global hasta la representación de la infección en el entorno regional y local.