“…De esta forma, se está ante una infancia que está marcada por su origen; una pérdida irreparable que vehiculiza las condiciones necesarias para la institucionalización de los niños, para la cual en Colombia, según la Ley de Infancia y Adolescencia, existen múltiples medidas para el restablecimiento y aseguramiento de los derechos de los niños, al igual como una infinidad de dispositivos institucionales para garantizar el acceso a servicios de emergencia y cuidado (Ley 1098 de 2006). Sin embargo, investigaciones advierten que algunas experiencias sufridas por la mayoría de los niños en desprotec-ción dejan huella irreparables, las cuales se convierten en constitutivas en las dimensiones emocionales, identitarias, comportamentales e, incluso, en el desarrollo cognitivo (Fernández-Millán, Malpica Buitrago, & Fernández Navas, 2010;Obando, Villalobos, & Arango, 2010).…”