“…En alusión al ApS como objeto de investigación, se observa asimismo un auge en el número de estudios, dado que son diversas las dimensiones de esta herramienta metodológica que suscitan interés. Entre las líneas de investigación más generalizadas cabe destacar la de la potencial fuerza estratégica del ApS sobre la enseñanza y el aprendizaje (Alonso, Arandia, Martínez-Domínguez, Martínez-Domínguez y Gezuraga, 2013;Fontana, Peláez y Del Pozo, 2015), la acción tutorial y su evaluación (Gezuraga y Malik, 2015); su relación con la acción local y comunitaria (Aramburuzabala, 2013;Larsen, 2016;Santos Rego et al, 2015), su vinculación con la enseñanza de valores y compromiso cívico (Batllé, 2013;Lin, 2015), la adquisición de competencias socioprofesionales y relacionales (Ayuste, Escofet, Obiols y Masgrau, 2016; Ibarrola y Artuch, 2016), el impacto conseguido sobre los estudiantes (Russo, 2013;Torío y García-Pérez, 2015), los obstáculos y limitaciones que presentan estos proyectos y su vinculación con la formación de profesorado (He y Prater, 2014; Morin y revista española de pedagogía año LXXV, nº 267, mayo-agosto 2017, 199-217 Waysdorf, 2013), así como la divulgación de las experiencias reconocidas de esta metodología en Estados Unidos, América Latina, Reino Unido y el resto de Europa (Folgueiras et al, 2013;García López, Escámez, Martínez Martín y Martínez Usarralde, 2008;Rodríguez, 2014;Santos Rego, 2013), pero también en países asiáticos (Chui y Leung, 2014;Ho y Vivien, 2012).…”