Escribí esta extroducción al número 10 de la revista La Tadeo Dearte en la ciudad de Chía (Cundinamarca, Colombia) durante meses y a partir de algo que me pregunto hace años: ¿Por qué utilizar la práctica (diseño) y las palabras (investigación, proyecto) de algunos como si fueran las “prácticas” y “palabras” de todos? Según aprendí de Gnecco (2016), el diseño colecciona adjetivos que lo refuerzan sin modificarlo, mientras traducido y pluralizado extermina particularidades. Mediante audios de WhatsApp me comuniqué con los autores cuyos trabajos componen este número sobre los equialtervalentes (como “parecidos-distintos”) para averiguar sobre las circunstancias en que los produjeron. Presento el resultado en cinco “todos” (no partes): 1) Afectos y efectos: empezar finales, terminar principios; 2) EQUI: objeciones éticas al mismo mismo; 3) ALTER: reacciones pasionales al mismo otro; 4) VALENTE: expresiones lógicas del otro otro; y 5) DISSOCONS: el kairós de esos para los cuales el diseño es el otro. Todo en un exilio del diseño (y de la arqueología como coprotagonista) para buscar modos otros de creación presente de futuro y pasado. En la aspiración, aunque parezca lo mismo, de convocar lo otro.