“…En las últimas décadas se han realizado importantes avances en el análisis de sus bases neurobiológicas, lo que ha permitido conceptualizarla como un trastorno cerebral crónico que provoca la búsqueda y uso compulsivo de sustancia/s, a pesar de las consecuencias adversas que ésta/s provoque/n (Organización Mundial de la Salud, 2008) Particularmente el consumo de cocaína constituye un problema de interés mundial, tanto por su elevada tasa de prevalencia, como por las graves consecuencias médicas y sociales que implica (Madoz-Gúrpide, Ochoa-Mangado & Martínez-Pelegrín, 2009). Estudios realizados en Argentina evidencian que la cocaína, junto con el alcohol, el tabaco, los inhalables, la marihuana y la pasta base son las sustancias que presentan mayor tasa de prevalencia (Abeldaño, Fernández, Ventura & Estario, 2013). En un relevamiento realizado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), la cocaína resultó la sustancia psicoactiva más consumida luego de la marihuana; habiendo sido consumida por un 38,1% del total de los entrevistados alguna vez en la vida, por un 29% en el último año y un 12,1% durante el último mes, constituyendo una de las sustancias principales que han motivado tratamientos en los últimos años, marihuana (27,3%), cocaína (22,5%) y alcohol (22,3%) (SEDRONAR, 2017a(SEDRONAR, , 2017c.…”