El sistema del arte en Brasil está marcado por las mismas relaciones de la sociedad brasileña: violencia, racismo, colonialidad y naturalización de las diferencias sociales. En consecuencia, tiene dificultades para ver y hacer ver la herida colonial, los conflictos y contradicciones de esa sociedad. Ese racializado sistema del arte dificulta su ocupación por las poblaciones negras e indígenas, ignorando una diversa producción artística. Este artículo presenta las performances “Bombril”, de Priscila Rezende y “White Face and Blonde Hair”, de Renata Felinto que, en sus acciones artísticas plasman no solo sus problemáticas personales, también producen narrativas insurgentes. Propongo el concepto de narrativas insurgentes para denominar la forma por la que esas artistas dan sentido al contexto social de las amefricanas, haciendo ver las condiciones de existencia que crean y mantienen conflictos sociales.