Recordar La Dictadura Chilena Visitando Lugares De Memoria

Abstract

Resumen En el marco de los estudios sobre lugares de memoria vinculados a las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura cívico-militar en Chile (1973-1990), este artículo presenta el análisis de visitas a dos lugares de memoria de Santiago de Chile - Villa Grimaldi y Londres 38 - realizadas por personas de distintos grupos etarios. El análisis aborda la interacción de los visitantes con el lugar, considerando los afectos y percepciones que provoca la visita, y la interpelación que estos lugares hacen a las memorias que los visitantes construyen sobre el pasado reciente. Los resultados muestran que, si bien existe acuerdo en la condena a las violaciones a los derechos humanos y la importancia de una cultura de la memoria y los derechos humanos, se produce una distancia entre las generaciones al valorar conflictos del pasado que refieren a distintos momentos históricos.

Comunidades y Sitios de Memoria: metodología para la puesta en valor de los sitios de memoria

“…Por último, otra comunidad relevante a tener en consideración son las personas que no experimentaron el trauma, ya sea porque durante la época de represión no sufrieron directamente la violencia o porque son parte de las nuevas generaciones. Estas últimas son la audiencia principal de los sitios de memoria (Gugglielmucci, 2018), pues al no haber experimentado directamente los horrores del pasado poseen mayor curiosidad sobre este y, a su vez, una visión más crítica de sus consecuencias en el presente (Fernández et al, 2018).…”

“…Este fenómeno está directamente relacionado con el proyecto original de diseño del parque, el cual, ante la carencia de vestigios materiales, recurrió a la utilización de elementos simbólicos de los académicos dedicados al estudio de los sitios de memoria-el embellecimiento y el simbolismo del parque resultaba inadecuado pues, argumentaban, dificultaba una conexión emocional e intelectual con la memoria del sitio (Taylor, 2011). Si bien, el aspecto estético del Parque por la Paz Villa Grimaldi puede parecer inadecuado para algunos, es ampliamente reconocido y valorado por sus visitantes, pues es percibido como un atenuante del impacto emocional que significa visitar este lugar (Fernández et al, 2018). El contacto con la naturaleza es un estímulo que se contrapone a la memoria de los horrores que ocurrieron en el sitio, el cual puede percibirse como un mensaje de paz y esperanza.…”

“…En las últimas décadas, tanto en Chile como en otros países que vivenciaron la violencia y la represión estatal, se ha consolidado un campo de estudio con respecto a los lugares ocupados como centros de detención, tortura y exterminio como parte del patrimonio cultural de una sociedad (Cabeza, 2017;Fernández et al, 2018). Este interés se suma a los cambios en la percepción del concepto mismo de patrimonio cultural, el cual se ha movido desde una visión centrada en lo monumental y excepcional a una basada en los valores que las comunidades les atribuyen a estos bienes (Seguel, 2017).…”

“…Y más importante aún, ¿para quiénes se valorizan y protegen estos sitios? Estudiar cómo se relacionan con sus múltiples comunidades es, por tanto, un aspecto clave en la construcción de memorias en un espectro más amplio de la sociedad, que va más allá de las funciones de reparación simbólica hacia las víctimas que estos sitios cumplen (Fernández et al, 2018). Por lo mismo, este artículo busca estudiar cómo las diferentes comunidades valoran los sitios de memoria, argumentado que una mayor inclusión de actores sociales en la puesta en valor de estos espacios, puede traer beneficios en la construcción de memorias en otras comunidades, promoviendo el interés y participación de los diversos grupos, mejorando la gestión del sitio y asegurando su sustentabilidad a futuro .…”

Dimensión pedagógica de los lugares de memoria: semiosis nemotécnica, visita presencial y extensión virtual

“…Ahora bien, el hecho de que los lugares de memoria generan impresiones emocionales y afectivas, no lleva a sus visitantes a comprender automáticamente qué circunstancias sociales, políticas y económicas hicieron posible lo ocurrido. Desde luego, tales experiencias emocionales no derivan mecánicamente en un compromiso por 'nunca más' y la no repetición de tales hechos (Droguett et al, 2018); de allí que sea necesario un momento de reflexión sobre la experiencia que desencadena la visita. Por ello, es pertinente pensar los lugares de memoria como escenarios pedagógicos.…”