Se ha venido reconociendo progresivamente que la Relación de vechado por vanos autores, entre los cuales destaca Mateo Alemán. Esta es, en efecto, la conclusión a la que permiten llegar tanto los comentarios que D. Alonso y E. Asensio han dedicado al Entremés de la cárcel de Sevilla?, como las notas de F. Rico a su edición del Guzmdn (1967, pp, 866-875), en que se lleva a cabo una confrontación entre el texto de Chaves y el de Alemán sin común medida, por su abundancia y su riqueza, con la antaño esbozada por S. Gili.No ha recibido, en cambio, la misma atención el hecho de que la relación de Chaves también se convirtiera en minero ampliamente beneficiado por el padre Pedro de León, en la segunda parte del extenso informe que hacia 1616 redactó por orden de sus superiores, con el fin de ilustrar la labor misionera de la Además de la oscuridad que encierran, las palabras que preceden clan una cuenta muy incompleta de la realidad. En tres, y no en dos, de los últimos capítulos que el padre León dedica al ministerio de las cárceles (caps. 29, 30 y 31), los fragmentos transcritos de la relación de Chaves llegan a representar casi las dos terceras partes (63, 5%) de la totalidad del texto. El lector los hallará íntegramen-te reproducidos y confrontados con el original en el apéndice.La importancia del préstamo autoriza a plantear varios problemas. Uno de ellos es la diferente estructuración que en los dos textos recibe un mismo material. Basta, en efecto, una rápida ojeada suita) ", AH, 1957, núm. 86, recogido en Crisis y decadencia de la España de los 4 Alude aquí Herrera a lo dicho por el propio padre León. Éste, en efecto, se refiere dos veces a la relación de Chaves: la primera, para remitir a ella al lector deseoso de completar su información, y la segunda para afirmar que se trata de un escrito de escasa difusión: "y aunque tengo remitido al lector para que las vea en la vida de la cárcel que escribió de mano un Cristóbal de Chave,, procurador de esta Real Audiencia, no quiero dejar de poner aquí algunas de las que me acuerdo haber visto y oído, así porque no se hallará aquel tratado de Chaves tan a la mano, pues habiéndolo yo buscado vanas veces para esta segunda parte del Compendio, y no lo he hallado, como porque pueden ser estas cosas no solamente de admiración a los que las leyeren, sino de mucho provecho y enseñanza para los que después hubieren de tratar con esta gente non santa y sepan que tratan cum scorpionibns» (fol. 208v-209). No sé hasta qué punto es sincero el padre León cuando habla de sus esfuerzos repetidos para encontrar el texto de Chaves en el momento de redactar la segunda parte del Compendió.-Ya en prensa este trabajo, leí el artículo de Jorge al apéndice, y a las referencias que allí puntualizan la localización de cada fragmento en uno y otro autor, para darse cuenta de que si el padre León se muestra de una fidelidad casi absoluta al texto de Chaves en los fragmentos que transcribe, se toma grandes libertades con el orden que éste seguía, tanto en la descripción de la cár¬ cel, como en la...