INTRODUCCIÓNAfirmar que el agua es un recurso escaso y, al tiempo, no tener un conocimiento preciso de cómo se utiliza, así como de las posibilidades de ahorro que ofrece, constituye la principal paradoja que envuelve el complejo mundo del agua. Si en la práctica se inventaría todo cuanto tiene valor, el agua, y sobre todo la de mayor calidad, la destinada al consumo humano, por ser bien preciado y escaso, debe ser, asimismo, objeto de preciso inventario.Por ello, la correcta gestión técnica de una red de distribución de agua, comporta conocer con exactitud el destino final de toda el agua introducida en el sistema a través de los distintos puntos de suministro. El conjunto de actuaciones requeridas para establecer con precisión el balance hídrico acostumbra a denominarse auditoría volumétrica del abastecimiento urbano.El presente trabajo presenta una panorámica completa de cómo llevar a cabo en estos sistemas una auditoría completa y precisa. Para ello, y en primer lugar, se ordenan los destinos que puede tener el agua inyectada en la red. Tal ordenación, según se desprende de una atenta lectura la literatura técnica, admite formas muy diversas dependientes de la perspectiva de enfoque. Entre otras muchas referencias, podemos citar las siguientes: AWWA (1990), Male y Noss (1985), Arreguín-Cortés y Ochoa-Alejo (1997), Ochoa y Bourgett (1998), Hirner (1998) y Lambert y col. (1998). La que aquí presentamos posibilita, se verá, llevar a cabo la auditoría de manera sistemática. Por tener forma arbórea es, creemos, la más adecuada para alcanzar los objetivos que aquí se persiguen, por cuanto cada uno de los niveles de clasificación responde a un criterio claro, bien diferenciado de los restantes. A partir de la estructura arbórea que configura el balance hídrico del sistema de distribución de agua, la definición de los rendimientos que posibilitan evaluar su eficiencia es inmediata. Y tal es la razón por la que se formula una propuesta concreta que, pensamos, puede contribuir a unificar los criterios de utilización de estos parámetros. A destacar que en la literatura técnica, y al objeto de poder comparar de manera razonable abastecimientos, y dada la actual disparidad de criterios existente, se comienza, las más de las veces, definiendo con precisión estos términos (OFWAT, 1996). De ahí que la propuesta que el presente trabajo formula constituye, a nuestro parecer, una de las aportaciones más relevantes. Con el balance hídrico establecido, y los rendimientos definidos, se procede a la evaluación de los elementos que lo integran. Su conocimiento posibilitará el diagnóstico preciso del sistema a partir del cual se podrá delinear un plan de acción que, en base a criterios de rentabilidad económica y a las expectativas de mejora del balance hídrico, ordene las distintas actuaciones a llevar a cabo. Artículo publicado en Ingeniería del Agua Vol.6 Num.4 (diciembre 1999), páginas 291-303, recibido el 18 de noviembre de 1998 y aceptado para su publicación el 13 de octubre de 1999. Pueden ser remitidas discusiones sobre el a...