En los yacimientos de fluorita de Carranza (minas de Matienzo y Anselma) y de Mañaria, ambos en la provincia de Vizcaya (País Vasco), la fluorita se asocia a mineralizaciones estratiformes de Zn-Pb (y Ba) encajadas en rocas carbonatadas del Cretácico Inferior (sistemas urgonianos). En ellas solo se han encontrado y estudiado inclusiones secundarias.
Las soluciones atrapadas en las muestras de Carranza presentan salinidades bajas o médias (5 % a 11 -15 % en peso eq. NaCl), así como temperaturas eutécticas variables. Las temperaturas de homogeneizaciôn de las fluoritas precoces, diseminadas, de Anselma presentan un histograma relativamente regular, con una moda hacia 250 °C. Las fluoritas filonianas de Anselma y Matienzo presentan temperaturas de homogeneización dispersas entre 100 y 320 °C.
En Mañaria se han encontrado soluciones hipersalinas con cristales de halita (Tm : 180 °C) e inclusiones diluidas, con temperaturas del eutéctico bajas, asi como familias heterogéneas de inclusiones gaseosas (con CH4 + CO2) e inclusiones acuosas. Las temperaturas de homogeneización se situan entre 100 y 320 °C.
Para explicar el origen de estos yacimientos, Herrero et al. (1986), teniendo en cuenta argumentos texturales y datos isotópicos preliminaries, han propuesto un origen diagenético de baja o media temperatura. Las inclusiones secundarias estudiadas reflejan, sin embargo, circulaciones hidrotermales, probablemente en una fase tardía de la orogénesis pirenaica ; estas soluciones serian débilmente salinas y algunas de alta temperatura (250 -300 °C). En Carranza, las soluciones serían del tipo "agua connata", mientras que en Mañaria serían salmueras, reflejo de la presencia de un diapiro en profundidad.
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.