For children with brainstem encephalitis or encephalomyelitis, clinicians should look for enterovirus and not limit testing to cerebrospinal fluid.

Ketogenic dietary therapies (KDT) are high-fat and low-carbohydrate diets that may achieve seizure control and improve cognitive state. We describe our KDT experience in infants (children less than two years of age). Research methods & procedures:We conducted a retrospective, descriptive and observational study of 42 infants treated with KDT between 2000-2018.Results: The types of KDT started were: classic ketogenic diet ratio 3:1 (40), ratio 4:1 (1) and modified ketogenic diet with medium-chain triglycerides (1). Four patients switched to a modified Atkins diet. During follow-up, 79%, 57%, 38% and 17% of infants remained on KDT at 3, 6, 12 and 24 months, respectively. Seizure reduction ≥50% compared to baseline was achieved in 50%, 45%, 38% and 17% at 3, 6, 12 and 24 months, respectively. Seizure control was excellent (reduction >90%) in 33%, 31%, 26% and 12%, and seizure-free infants were 9, 9, 10 and 4, at different follow-up intervals, respectively. Sixty-three percent of infants with West syndrome were responders to KDT. Mean length of KDT was 390 days (16 days-4.9 years). Ineffectiveness was the reason for withdrawal in 50% of patients. Early adverse effects (during first month) occurred in 40% of infants. The most frequent early side effects were asymptomatic hypoglycemia and gastrointestinal disturbances. Lateonset side effects occurred in 55-14% of infants during therapy, and most frequent were hypercalciuria and dyslipidaemia. Conclusion: KDT are useful and effective treatments in infancy. Side effects are frequent but mild and easy to manage.

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Introducción. El síndrome de Kleine-Levin es una enfermedad rara de causa desconocida que se caracteriza por episodios recurrentes autolimitados de hipersomnia acompañados de alteración cognitiva y conductual. Entre los episodios, los pacientes tienen un patrón de sueño y cognitivo normal. Casos clínicos. Se presentan tres pacientes de 14 años, dos chicos y una chica. Comenzaron tras un desencadenante (vacuna, una infección respiratoria por influenza B; en el caso de la chica, coincidían con la menstruación). En el episodio agudo mostraban tendencia al sueño y en vigilia destacaba bradipsiquia, inquietud motora y gran labilidad emocional, con tendencia al llanto y necesidad de la presencia de los familiares. Presentaron una duración aproximada de 10-15 días y periodicidad mensual, y se mostraron asintomáticos entre los episodios. Los tres pacientes fueron valorados por pediatras, diagnosticados y tratados de encefalitis autoinmune. Sólo uno cumplía la tríada típica de hipersomnia, hiperfagia e hipersexualidad, pero ninguno de los tres datos se había recogido en la historia clínica inicial y la familia sólo lo refería tras una anamnesis dirigida. Conclusiones. En el síndrome de Kleine-Levin, los síntomas neurológicos durante el cuadro agudo son aún más frecuentes que los psiquiátricos. La tendencia al sueño y el hecho de que durante la vigilia no estén asintomáticos y se muestren lentos, apáticos, lábiles e irascibles, sitúa en primer lugar la sospecha de síndrome encefalítico. Debemos tener presente esta entidad en encefalitis recurrentes de etiología no filiada.

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