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ResumenSe presentan cinco casos de ataques por cocodrilos a personas, sin consecuencias fatales, en la región de Puerto Vallarta, Jalisco, México (2007-2010. En cuatro de los casos, la víctima sufrió amputación del miembro superior o inferior, y en un caso sólo resultó con mordeduras avulsivas en el brazo. Con la documentación de estos cinco casos, el número de ataques por cocodrilo americano (Crocodylus acutus) en la costa del estado mexicano de Jalisco durante los últimos 52 años es de entre 30 y 31. Los resultados muestran un incremento en los ataques entre 0,57 y 0,59 por año. Se describen los casos y se proponen explicaciones sobre los posibles motivos de los ataques por parte de los cocodrilos.Palabras clave: Ataque. Crocodylia. Mordedura. Conflicto humano-cocodrilo. Bahía de Banderas. AbstractFive cases of non-fatal crocodile attacks on people in the region of Puerto Vallarta, Jalisco, Mexico (2007Mexico ( -2010 are presented. In four cases the victim suffered amputation of upper or lower extremity, but only in one case the victim resulted in bitten on the arm. With the documentation of these five cases, the number of attacks by American crocodile (Crocodylus acutus) in the coast of the Mexican state of Jalisco for the past 52 years is between 30 and 31. The results show an increase in crocodile attacks from 0,57 to 0,59 per year. We describe the cases and suggest possible explanations for the crocodile's attacks.

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Four subspecies are currently recognized for the Spectacled Caiman, Caiman crocodilus (Linnaeus 1758): Caiman crocodilus fuscus (Cope 1868: Perosuchus fuscus), described from a single specimen from the Magdalena River, Colombia; C. c. chiapasius (Bocourt 1876: Alligator chiapasius), described from the Tonalá Valley, Chiapas, México; C. c. apaporiensis (Medem 1955) from the upper Apaporis River, Colombia; and, C. c. crocodilus (Linnaeus 1758: Lacerta crocodilus), named for the species originally described (Smith & Smith 1977; Busack & Pandya 2001). Caiman yacare was previously considered to be a fifth subspecies (i.e., C. c. yacare), but it is now generally accepted that it is a full species (King & Burke 1989), and is no longer treated as a subspecies (Velasco & Ayarzagüena 2010). There is some confusion about the current distributions of C. c. chiapasius and C. c. fuscus, and although some works have attempted to clarify this situation (Busack & Pandya 2001), the confusion still remains (i.e., Rueda-Almonacid et al. 2007; Velasco & Ayarzagüena 2010). Here, we present a brief review of the taxonomic status of caiman subspecies, and its implications for their distributions.

Traslado de postlarvas de Litopenaeus vannamei (Boone, 1931)a diferentes tiempos, salinidades y densidades y su efecto en la supervivencia y algunos marcadores bioquímicos Abstract.-The conditioning of white shrimp Litopenaeus vannamei postlarvae was evaluated during the transfer to tanks at different salinities (0, 5, 10 and 15 psu) and two densities (10 and 300 postlarvae L -1 ), during three times (1, 3 and 6 h). When the transfer time increased, survival decreased in both densities and mortality rate was higher when a 300 postlarvae L -1 density was used. A significant interrelation was found between both factors, time and salinity. In general, when salinity was lower the survival in transfer times also decreased. Survival increased with a shorter transfer time. Significant differences were found between both transfer densities when salinity increased and greater survival rate was observed at the lowest density (150 postlarvae L -1 ). Biochemical markers showed significant variations on glucose concentration and phenoloxidase activity, probably due to stress conditions. A pre-acclimatizing time at a salinity level no lower than 5 psu during 48 h followed by a transfer at the same salinity, with a transfer density lower than 300 postlarvae L -1 and a transfer period no longer than 6 h is proposed.

ResumenSe presentan los resultados de un año de estudio de individuos pertenecientes a las familias de artrópodos presentes en 21 viviendas de Puerto Vallarta, México. Con el uso de trampas adhesivas se capturaron 25 197 ejemplares. Se determinaron 122 familias en 31 órdenes. Sólo cinco familias agruparon el 76.45% de la abundancia observada y los valores más altos de los índices de infestación de viviendas a lo largo del año: Entomobryidae (9.04%; 100%), Psyllopsocidae (10.10%; 95.23%), Liposcelididae (8.11%; 100%), Formicidae (33.58%; 100%) y Phoridae (15.42%; 100%). Palabras clave: artrópodos domésticos, ecología urbana, entomología, fauna urbana, urbanización AbstractResults of a year surveys in 21 houses from Puerto Vallarta, Mexico are provided. Details on the arthropod families are included. With the use of sticky traps, 25 197 specimens were collected. We recognized 122 families from 31 orders. Only five families grouped 76.45% of the observed abundance and the highest values of infestation indeces throughout the year: Entomobryidae (9.04%; 100%), Psyllopsocidae (10.10%; 95.23%), Liposcelididae (8.11%; 100%), Formicidae (33.58%; 100%) and Phoridae (15.42%; 100%).

Los primeros cocodrilos aparecieron en la escena biológica hace 230 millones de años. Actualmente, existen 23 especies repartidas por las zonas tropicales del mundo, y tres de ellas habitan en México: en el Golfo de México tenemos al cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii), en la zona costera comprendida entre Sinaloa y Chiapas habita el cocodrilo de río (Crocodylus acutus) y en los estados de Oaxaca y Chiapas se encuentra el caimán de anteojos (Caiman crocodilus chiapasius). Son reptiles de grandes dimensiones que pueden alcanzar tallas entre el metro y hasta seis metros o más de longitud. Se caracterizan por poseer unas impresionantes mandíbulas tapizadas de afilados dientes adaptados para una dieta carnívora, nacen de huevo, poseen una poderosa cola que los impulsa en el agua, sus patas son cortas y fuertes, la piel es escamosa y suave al tacto, su sentido del olfato es muy desarrollado. Desde tiempos antiguos, estos reptiles cautivaron a culturas como la Maya, la Mexica y la Egipcia, tanto así que formaron parte importante de sus panteones y elementos fundamentales de sus procesos mágicos, religiosos, de enfermedad y de salud. Dentro de estas distintas cosmovisiones, al cocodrilo se le atribuyeron poderes terapéuticos, tanto para el alma como para el cuerpo, citándose en este trabajo algunos ejemplos. Asimismo, se describe el poder antibiótico de los péptidos antimicrobianos, denominados “cocodrilinas”, descubiertos hasta hace algunos años en la sangre de algunas especies de cocodrilos.