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Intuited during Le Corbusier’s trip to Sudamerica in 1929 and developed in 1937, the plan for Buenos Aires contradicts general assumptions about his early urban theories. It is not a generic proposal that breaks with the inertia of geographical, histori- cal and formal precedents. On the contrary, it follows Marcel Poëte theory of the cities as organic souls whose destiny is registered in their birth. The Plan is founded on an interpretation of the geographic settings and proposes a metamorphosis of the city on their own footprints, such as they were sketched on a map of 1713. This radical change in Le Corbusier’s formal and theoretical presumptions is due to the intuition of buildings with engineering scale in contrast with the magnitude of the American landscape. Also to the material provided by a previous urban project for Buenos Aires by the Comisión de Estética Edilicia (1925) with a clear agenda for the urban future and a historical interpretation of its historical development filled with old maps and photographs: this publication acted as a hidden dossier and inspired Le Corbusier’s proposal.

Las propuestas de Le Corbusier para Buenos Aires, iniciadas con los esquisses realizados durante su viaje de 1929 a Sudamérica, se desarrollan entre 1937 y 1938 como Plan Director para Buenos Aires con la colaboración de los arquitectos argentinos Jorge Ferrari Hardoy y Juan Kurchan. Se porpone una lectura que hace énfasis en el paralelismo y el diálogo con el Proyecto Orgánico de la Comisión de Estética Edilicia, publicado en 1925, que le aportan recursos y los lineamientos de un programa. Entre los primeros se destaca el plano de José Bermúdez de 1713 que para Le Corbusier funcionará como un diagrama que rastrea en los orígenes una respuesta orgánica a las condicionantes de la posición y las características geográficas de la Ciudad y promueve su metamorfosis sobre las misma huellas pero para 4 millones de habitantes. El programa del Intendente Carlos Noel, al convocar a la mencionada comisión en 1922, funciona como una suerte de bitácora que, sobre principios en parte similares, permite confrontar soluciones arquitectónicas constrastantes porque, como concluimos, las grandes arquitecturas que permitirían una densidad de 3200 habitantes por hectárea, son el plan para hacer de Buenos Aires una pequeña Gran Ciudad.