Were New Labour’s cultural policies neo-liberal?

From “great expectations” to “hard times”

“…For instance, studies have established a linkage between cultural policy and wellbeing (Oakley et al, 2013), innovation, economic development and the quality of jobs, but Hesmondhalgh et al (2015) critiqued government policies, and Oakley (2008) questioned whether cultural policymaking is sufficiently evidence-based. The findings from this research have relevance to the critique by Banks and Hesmondhalgh (2009, p. 415) that those formulating cultural policy have "a reluctance to recognize or engage with these manifest problems of creative labour", leading to a lack of focus on the limitations of working in the creative industries (Ball, et al, 2010a;Carey, 2014) so that government initiatives seem increasingly driven by a narrow focus on the skills and employability agenda (Banks and Hesmondhalgh, 2009).…”

The autonomous world reversed: comparing liberal policy and autonomy in the performing arts

“…However, social goals also constitute an important rationale in neo-liberal policy. When discussing the New Labor Policy that has influenced British cultural policy at the beginning of this century, Hesmondhalgh et al (2014) claim that cultural policymakers not only pushed in the direction of economic benefits, they also emphasized social benefits through cultural policy. In Belfiore and Bennett's book, The Social impacts of the arts (2008), they discuss this policy more closely.…”

¿Por qué las políticas culturales locales no cambian? Constricciones del modelo urbano, inercia en la gestión y batallas culturales en los «gobiernos del cambio» en Madrid y Barcelona (2015-2018)

“…Asimismo, podemos ver cómo a nivel periodístico, o por parte de ciertos sectores, se exagera la magnitud del cambio, por ejemplo respecto a la reorientación neoliberal de las políticas culturales de las últimas décadas (Gattinger y St. Pierre, 2010;Murray y Marontate, 2010;Hesmondhalgh et al, 2015). Por todo ello, entendemos que la relación entre cambio político y política cultural no ha sido suficientemente estudiada al centrarse mayoritariamente en el cambio y no la persistencia.…”

“…En todo caso, de 1997 a 2011 el organigrama se reorganiza en diversas ocasiones, pero sigue en esencia respondiendo a la idea de una gestión integral, desde la cultura patrimonial a la creación contemporá-nea; de la cultura de la proximidad y festiva a las grandes instituciones culturales. De hecho, la entrada del equipo de CiU no comportará cambios sustantivos, con la única excepción de la creación de una Dirección de Creatividad e Innovación, siguiendo la lógica de la ciudad creativa coherente con una perspectiva emprendedora que comparten socialdemocracia y derecha liberal acerca de la cultura (Hesmondhalgh et al, 2015). Con el cambio de Gobierno en 2015 se barajó la posibilidad de dividir en dos la gestión cultural: un ámbito que reuniera la gestión de promoción cultural y los grandes equipamientos culturales, y otro ámbito orientado a la participación cultural, más próximo al programa del nuevo equipo.…”