“…De acuerdo con nuestro objetivo, explorar el papel de la normatividad religiosa en las experiencias negociadas de edad y género en una ONG, y guiados por la metodología de Riach et al (2014), enfocado en el análisis de las entrevistas con mujeres que trabajan en la organización, encontramos que día a día definen su identidad con base en la función que la religión como sistema definió para la mujer: madre, esposa y ama de casa, sumisa, frágil y cuidadosa, que pone en segundo plano sus objetivos de vida, para cuidar primero la vida de otros (Souza, 2007), creando y defendiendo la normativa percibida por la religión (Lowenthal et al, 2001, Modiri & Azadarmaki, 2013. En esta forma, el compromiso de estas mujeres con su función de madre hace que, aun siendo jóvenes o con edad media, sus familias y los deseos de sus esposos sean una prioridad, frente a sus deseos de crecimiento personal y profesional, para después darse cuenta, con el paso del tiempo, de que no tienen más oportunidad de realizar sus anhelos.…”