“…La evidencia sostiene que la velocidad de denominación es un potente indicador tanto para predecir la adquisición posterior de la lectura desde las primeras edades (Aguilar et al, 2010;Georgiou et al, 2013;Fonseca et al, 2019;Furnes et al, 2011Furnes et al, , 2019Helland et al, 2016;Kim et al, 2012) como para discriminar entre lectores típicos y otros con dificultades, como los alumnos disléxicos (Gellert et al, 2015;Moll et al, 2016;Ozernov-Palchik et al, 2016;Snowling et al, 2019;Suárez-Coalla et al, 2013;Thompson et al, 2015;Torppa et al, 2010).…”