El análisis de la exclusión social en las ciudades se dirige, con frecuencia, hacia áreas muy delimitadas donde se concentran las situaciones más extremas de malestar urbano. De hecho, cuando se dan, es en esas zonas donde confluyen los principales planes y programas de intervención implementados desde la Administración.Sin embargo, la exclusión no presenta siempre una expresión territorial tan clara. Así, la agudización de los procesos de fragmentación social no se traduce, necesariamente, en la formación de espacios fuertemente segregados. En el artículo se analiza la evolución reciente de la ciudad de Buenos Aires y, más concretamente, de dos barrios de la zona sur: San Telmo y La Boca. En ambos casos existen diversos proyectos de recualificación urbana, ligados al desarrollo de la economía cultural. Sin embargo, las experiencias estudiadas, a pesar de producirse de manera simultánea y en un contexto de crisis estructural de la economía argentina, presentan particularidades muy importantes. Se trata de dos formaciones socioespaciales diferentes, con distintos grados de articulación social y, por lo tanto, construyendo respuestas sociales específicas a los procesos de reestructuración urbana. Entender la exclusión como un proceso social de carácter multidimensional implica introducir en el análisis de una manera preferente la variable espacial. El territorio es percibido, entonces, no como el soporte imprescindible sobre el cual identificar las situaciones de pobreza y vulnerabilidad, sino como un factor activo, fundamental para comprender en toda su complejidad la génesis y la evolución de los procesos de exclusión social. Procesos que, en las ciudades, deben ser entendidos vinculados a las nuevas dinámicas de diferenciación socioespacial.Partiendo de esta premisa, en las páginas siguientes se realiza una aproximación al debate sobre la exclusión, la ciudad y el territorio, sistematizando una serie de aportaciones que permiten avanzar hacia la concreción de un marco de análisis. En este primer apartado del artículo se analizan los nuevos procesos de segmentación social y espacial en el marco de las transformaciones experimentadas por las ciudades a lo largo de las dos últimas décadas. La profundización de las tendencias favorecedoras de la segregación socioespacial y la exclusión se ha visto reforzada por la puesta en marcha de políti-cas urbanas orientadas, primordialmente, al fortalecimiento de las ciudades como actores competitivos en el escenario mundial de la globalización económica. Numerosos sectores sociales, componentes de un tejido social roto en fragmentos, encuentran enormes dificultades para hacerse con un lugar propio, quedando relegados a los márgenes de la ciudad. La fragmentación social es también fragmentación de la trama socioorganizativa y, por tanto, imposibilidad de incorporación a la ciudad como sujetos políticos. Esta dificultad se ve confirmada cotidianamente con la sustitución de las políticas universales de bienestar social por las acciones focalizadas de lucha contra la pobreza.En ...