“…La inyec;ción de nicotina prodruce un aumento de la secreción de adrenalina suprarrenal, lo cual se ha comprobado de muchas maneras: por la dilatación de la pupila desnervada en el gato (Dale y Laidlaw, 1912;Stewart y Rogoff, 1919;Shi.midzu, 1924) ; por la acción inhibitoria sobre el intestino aislado que adquiere la sangre obtenida de la vena cava (Cannon, Aub y Binger, 1912), o la sangre suprarrenal recogida en una bolsa cava (Stewart y Rogoff, 1919;Sugawara, 1925; por la acción vasoconstrictora de la sangre suprarrenal de perro sobre un preparado de sistema vascular de rana (Eichholtz, 1923); por la acción que produce la nicotina en experimentos de anastomosis suprarrenoyugular, en los que se observa, en el perro, reactivo, que recibe la sangre suprarrenal: hiperten-swn, taquicardia, relajación intestinal, constricción de la pata o bazo desnervados, hiperglucemia (Houssay y Molinelli, 1925) o hipertensión y apnea (Tournade, 1925;Tournade y Chabrol, 1926) o síncope adrenalino-clorofórmico (Tournade, Chabrol y Malméjac, 1926).…”