Toward uniform competency standards in telepsychology: A proposed framework for Canadian psychologists.

Abstract

As Canadian psychologists increasingly incorporate Internet-based technologies into their practice, they are reminded that telepsychology-the application of technologies for the delivery of distance psychological services-requires special skills, knowledge, and judgment that extend beyond the core requirements of professional practice. However, what constitutes competence in both face-to-face and telepsychology practice is still evolving in Canada. This article explores how the existing framework for Canadian psychologist competence found in the Mutual Recognition Agreement of the Regulatory Bodies for Professional Psychologists in Canada (Council of Provincial Associations of Psychologists, 2001/ 2004), along with current research and other supporting documents in distance mental health, may serve as a useful foundation for the development of uniform telepsychology competency standards across Canada.

Informal Use of Information and Communication Technology: Adjunct to Traditional Face-to-Face Social Work Practice

“…Employing screenings, assessments and informed consent, Formal Online ICTs consider the acceptability and fit of each client (employing evidence-informed strategies based on individual needs and goals), and simultaneously strive for accessibility, anonymity and/or confidentiality (Gilbert 2011;Rummell and Joyce 2010). Research has almost exclusively studied Formal Online ICTs, examining effectiveness (Dunn 2012;Gilat and Reshef 2015) and identifying clinical, ethical and legal implications (Amichai-Hamburger et al 2014;Haberstroh et al 2014;Hall and McGraw 2014;Johnson 2014).…”

Uso de las nuevas tecnologías por parte de los psicólogos españoles y sus necesidades

“…La primera fecha de comienzo de terapia a distancia entre los encuestados es el año 2000, cuando en España había 5.488.520 usuarios domésticos; estas terapias tienen un incremento significativo en el año 2010, siendo la moda en 2013, cuando contábamos con 34.133.287 usuarios de Internet en los hogares españoles. El motivo de iniciarse en la terapia a distancia por parte de los psicólogos de nuestra muestra ha sido en su gran mayoría la demanda de sus clientes y como complemento a la terapia presencial, cuando el paciente viajaba o se trasladaba, dato en consonancia con lo acontecido a los psicólogos de los paí- ses pioneros en éste área (Johnson, 2014), aunque su uso en la CM es proporcionalmente bajo frente a países como Estados Unidos o Canadá (Mora et al, 2008; Perle, Langsam y Nierenberg, 2011; Simms, Gibson y O'Donnell, 2011), países en los que hay un reconocimiento de que la telepsicología está en un estado emergente de desarrollo (Johnson, 2014;Mora et al, 2008). La cuestión crematística para los psicólogos de CM no ha sido un factor impulsor de la implantación de la terapia a distancia, sino la demanda de sus clientes/pacientes.…”

“…En la Comunidad de Madrid la terapia con videoconferencia se realiza en una baja proporción frente a los que se pronuncian a favor de su uso en un futuro, de lo que se desprende que la actitud de los psicólogos de la CM es positiva, dato en consonancia con la satisfacción de psiquiatras y psicólogos americanos y canadienses que utilizan la videoconferencia en el trabajo con pacientes (Backhaus et al, 2012;Johnson, 2014;Magaletta, Fagan y Ax, 1998). Las críticas vienen de profesionales noruegos (Wangberg, Gammon y Spitznogle, 2007) o de los profesionales de la psiquiatría durante los primeros años de uso (Ruskin et al, 2004), posturas contrarias a su uso que parece que responden a la falta de familiaridad con la tecnología, aunque su uso frecuente favorezca su universalidad (VandenBos y Williams, 2000).…”

A consolidated model for telepsychology practice

“…In the future, competencies built from available guidelines and best practices should be established in a systematic process involving experts in the telehealth field. Support and energy are mounting for developing for telepractice competencies (Colbow, 2013; Hilty et al, 2015, 2017; Johnson, 2014; van Houwelingen, Moerman, Ettema, Kort, & ten Cate, 2016). Some are focusing on specific disciplines, while others are calling for an interdisciplinary effort (Hilty et al, 2017; Maheu et al, 2020).…”